Biodiversidad y resiliencia: restaurar el futuro del campo
En las últimas décadas, el paisaje rural ha cambiado drásticamente. Entre 2012 y 2021, España perdió casi dos millones de hectáreas agrícolas, muchas de ellas abandonadas o convertidas en terrenos forestales, lo que ha reducido la diversidad de hábitats y la capacidad del paisaje para resistir perturbaciones climáticas.
El pasado diciembre, el equipo técnico de la Fundación Herbes del Molí visitó los campos seleccionados para su recuperación en Vall de Almonacid. Este proyecto no solo busca restaurar tierras agrícolas abandonadas, sino también fomentar la biodiversidad y promover la sostenibilidad en el medio rural.
Dentro del marco del proyecto Rural Labscape — una iniciativa impulsada por la Universidad de Alicante, WWF España, Interpreta Natura y la Fundación Herbes del Molí, junto al Ayuntamiento de Vall de Almonacid—, se plantea una estrategia innovadora para transformar los paisajes rurales y devolverles su vitalidad.
Banco de Tierras. Un nuevo futuro para los campos abandonados.
Una de las grandes apuestas del proyecto es la integración en el banco de tierras. Estos campos serán una experiencia piloto de Banco de Tierras liderada por el Ayuntamiento de Vall de Almonacid. Esta iniciativa tiene como objetivo identificar parcelas en desuso —tanto públicas como privadas— y ponerlas a disposición de nuevos agricultores comprometidos con un enfoque sostenible para el cultivo y la gestión del territorio.
Para garantizar el éxito de esta propuesta, se fomentará la participación activa de la comunidad local mediante acuerdos de custodia del territorio, una herramienta clave para conservar los recursos naturales, culturales y paisajísticos mientras se revitalizan las tierras.
¿Cuáles son sus beneficios?
Recuperación del valor de la tierra:
Los terrenos en desuso, que muchas veces han sido abandonados por falta de rentabilidad, recuperan su utilidad y potencial productivo a través de prácticas sostenibles.
Contribución al medio ambiente:
Incluir sus tierras en el Banco de Tierras les permite participar en la restauración de ecosistemas degradados, algo que tiene beneficios ambientales y genera un impacto positivo en la comunidad local y el entorno rural.
Conservación sin esfuerzo:
En lugar de invertir tiempo y dinero en mantener tierras improductivas, los dueños pueden cederlas temporalmente para que sean gestionadas de forma sostenible, asegurándose de que su patrimonio natural y agrícola se mantenga en buen estado.
Pertenencia a un proyecto innovador: Al unirse al Banco de Tierras, los dueños pasan a formar parte de un modelo pionero de sostenibilidad rural que puede servir de inspiración para otras regiones. Este reconocimiento también puede fortalecer el vínculo emocional de los propietarios con sus terrenos y con la comunidad.
Para este curso se ofertaron 7 plazas, todas cubiertas, con un 42 % de ellas ocupadas por mujeres. De las personas asistentes, dos de ellas están en búsqueda activa de empleo, por lo que han visto en este curso una oportunidad de acceder a otro tipo de ocupaciones o emprendimiento. El resto del alumnado, por dedicarse a la agricultura o al sector forestal o de emergencias, realiza este curso en busca de mejorar su capacitación laboral.
Preparando el terreno, clareos controlados
En los terrenos seleccionados, WWF ha comenzado a realizar clareos controlados con el objetivo de eliminar vegetación oportunista y preparar el suelo para su recuperación. Estas intervenciones son esenciales para restaurar el ecosistema, favorecer un uso agrícola sostenible y establecer las bases para un paisaje regenerado.
En este contexto, los campos donde se implantarán los setos vivos coinciden con las áreas donde WWF está llevando a cabo clareos y desbroces selectivos. Estas acciones buscan ajustar la densidad de las masas de pino carrasco (Pinus halepensis) y reducir la inflamabilidad del sotobosque, disminuyendo la continuidad horizontal de la vegetación y, con ello, el riesgo de propagación del fuego.
Setos vivos: una herramienta para la biodiversidad
Durante la visita, el equipo de expertos evaluó el estado de las tierras y diseñó los setos vivos, elementos clave para regenerar el paisaje y mejorar los ecosistemas agrícolas. Estos setos cumplen diversas funciones:
- Fomentar la polinización, con especies que florecen durante gran parte del año.
- Proveer refugio y alimento para aves e insectos, al promover la biodiversidad en los márgenes de los campos.
- Fortalecer la resiliencia agroecológica frente a incendios y plagas.
Las especies seleccionadas para estas plantaciones —como lavanda, romero, espino, brezo, orégano y alcaparras— favorecen la fauna local al tiempo que contribuyen a mejorar la productividad de los cultivos colindantes.
Plantas aromáticas: cultivar biodiversidad y oportunidades

Como parte del plan, se plantarán tres especies perfectamente adaptadas al clima de la región:
- Espliego (Lavandula latifolia)
- Lavandín (Lavandula hybrida)
- Orégano (Origanum vulgare)
El lavandín, aunque no es autóctono, al ser un híbrido, no representa ningún peligro para la flora local, ya que no puede naturalizarse ni convertirse en invasor.
Beneficios de estas especies:
Estas plantas, cuidadosamente seleccionadas, no solo están adaptadas al clima mediterráneo, sino que ofrecen un sinfín de beneficios para el medio ambiente, los agricultores y la economía local:
- Fomento de la biodiversidad: Sus flores atraen polinizadores como abejas y mariposas, esenciales para los ecosistemas rurales. Además, sirven de refugio para la fauna local.
- Impacto económico directo: La producción de aceites esenciales y extractos tiene un alto valor en sectores como la cosmética, la alimentación y la fitoterapia.
- Turismo rural sostenible: Estas plantaciones pueden convertirse en un atractivo para el ecoturismo, con rutas de senderismo aromáticas, talleres de destilación o experiencias educativas sobre biodiversidad y sostenibilidad.
Hacia un modelo replicable de sostenibilidad rural
El impacto de RURAL LABSCAPE no se quedará en Vall de Almonacid. Financiado por la Unión Europea a través de NextGenerationEU, este proyecto tiene vocación demostrativa: su metodología será analizada durante 2024 y 2025 para convertirse en un modelo replicable en otras regiones de España y Europa.
¿Qué lo hace único?
- La integración de la biodiversidad como pilar del desarrollo rural.
- El aprovechamiento de plantas aromáticas como recurso ecológico y también como motor económico.
- La conexión activa entre agricultores, técnicos y comunidad local para garantizar el éxito del proyecto.